Catálogo original creado por Juan Portela Seijo para Organsound en 1973.
Escultura sonora diseñada por Juan Portela Seijo
El Organsound es una caja acústica que no se limita a reproducir sonido: lo habita, lo amplifica, lo enriquece.
Su diseño —inspirado en el órgano de la catedral de Compostela y patentado en los años 70 por Juan Portela Seijo— parte de una idea tan sencilla como radical: aprovechar las propiedades resonantes del aire contenido en tubos de distinta longitud para potenciar los armónicos naturales de la música.
Cada tubo actúa como una cámara de resonancia específica, afinada por su tamaño y su forma.
El resultado es un altavoz que no solo transmite una señal eléctrica, sino que vibra con ella.
Un objeto que transforma el espacio, que convierte la escucha en una experiencia física y emocional. Una escultura sonora.
El Organsound fue concebido como un sistema pasivo de alta fidelidad, construido con precisión artesanal y una comprensión profunda de la física del sonido.
Su diseño calibrado distribuye la onda sonora y amplifica selectivamente ciertas frecuencias, aportando una riqueza tímbrica difícil de encontrar en la tecnología actual.
Más que un dispositivo técnico, el Organsound es memoria encarnada: un gesto de ingeniería emocional. Una forma de escuchar que nos conecta con una época donde el diseño, el saber hacer y la sensibilidad eran indivisibles.
Experiencia física
Al escuchar música a través del Organsound, percibes un sonido “preciso”: captas cómo el aire vibra, cómo cada nota “flota” dentro de los tubos.
El Organsound se comporta como un proyector de sonido. Éste se distribuye, respira y se esparce en el espacio con claridad envolvente, 360º.
Decía Juan Portela Seijo que se trataba de “una envoltura sonora que convierte la escucha en un acto corporal”.
Legado
El Organsound permanece como una de las primeras esculturas sonoras del diseño gallego.
No sólo fue un éxito comercial de su época —con cientos de unidades vendidas— sino que se convirtió en un ejemplo de cómo el diseño industrial puede ser a su vez vanguardia estética.
Hoy el Organsound se recuerda como una pieza visionaria que anticipó la inmersión, la espacialidad y el diálogo entre tecnología y arte.

En la actualidad, los altavoces Organsound se fabrican artesanalmente y bajo pedido, a escasos kilómetros de donde fueron concebidos, en Santiago de Compostela.
Para ello, se ha respetado el diseño original. Las cotas se han mantenido casi inalteradas y se han mejorado y actualizado tanto los materiales de construcción como los componentes de los filtros, los conectores y el aislamiento interno.
Así mismo, se ha replanteado el montaje de la caja para dotarla de una gran rigidez estructural.
Dicha característica se ve reforzada por la eliminación de elementos metálicos (clavos y/o tornillos estructurales) en la unión de las piezas de la caja, evitando así posibles vibraciones parásitas en el futuro. El método de montaje consiste en el encolado de las piezas de madera utilizando alta presión.
Este proyecto nace de la memoria familiar y de la voluntad de situar el Organsound en el lugar que le corresponde: la historia de la innovación sonora y del diseño del s. XX.
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